lunes, 16 de mayo de 2011

Quizás la quiera, porque no ?.

...Y esta vez, los sentimientos los desbordaron, por encima de la timidez, de las dudas, de la distancia. Se abrazaron con fuerza. Jack era consciente de que la había echado muchísimo de menos; cerró los ojos y, simplemente, disfrutó del momento. Victoria, por su parte, deseó que aquel abrazo no terminara nunca. De nuevo, la calidez de Jack derretía el hielo de su corazón. Y descubrió, con horror, que de su alta muralla ya no quedaban más que unas tristes ruinas. Se estremeció en brazos de Jack y soñó, por un glorioso instante... que él la quería , y que la había querido siempre....

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