jueves, 9 de junio de 2011

Que bonito es estar a tu lado.

Nos pasamos la vida haciendo planes, empezamos por las cosas pequeñas. Como los deberes que tendrás que hacer esa tarde al llegar a casa, o la página que te toca estudiar de sociales. Seguimos por el que nos vamos a poner mañana, y el planear el sábado para que todo salga perfecto. Nos encanta planear. Desde pequeños pensamos en que queremos ser de mayores, en donde viviremos, que estudiaremos y el nombre de nuestros hijos. Sí, quizás cambiemos mil y una veces de opinión, pero seguimos planeando. Planeamos el coche de nuestros sueños y el ático con piscina en Manhattan, el marido italiano y el trabajo perfecto de 9 a 5 sin estrés. Dos hijos perfectos que no dan guerra y visten ropa de marca. Planeamos el próximo viaje que haremos, y donde iremos con los niños en la temporada de esquí, aunque bueno, cuando el niño sea un poco más mayor puede empezar con el snow; pero con mucho glamur, porque sino se pierde el estilo. Y cuando nos damos cuenta, ya ha llegado el momento, y quizás no haya ni ático, ni coche, ni marido italiano ni niños pijos haciendo esquí, pero nos habremos dado cuenta de que hemos derrochado nuestra vida planeando cosas que jamás llegaron, y que por más cosas que planeemos no van a venir. Pero aún así, nosotros nos empeñamos otra vez, y seguimos con ello. También es que se suele decir que el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, aunque también pueden ser tres...



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